6 ene 2013

Something, maybe, Elizabeth Scott


SOMETHING, MAYBE, Elizabeth Scott


FICHA TÉCNICA                    
        Título: Something, maybe
         Autora: Elizabeth Scott
         Editorial: Simon Pulse
         Formato: Papel y kindle
         Páginas: 217
         Idioma: inglés
         Precio: 15,95 €
         Edad: a partir de 14 años

Todo el mundo piensa que sus padres son embarazosos, pero Hannah sabe que les vence a todos. Su padre hizo una fortuna mostrando fotos de chicas bonitas (y por su ‘fiestera’ forma de vida) por todo Internet, y su madre, que fue una vez una de las novias de su padre, es ahora la estrella de su propio sitio web. Después de haber conseguido la atención equivocada durante demasiado tiempo, Hannah ha aprendido cómo mantenerse fuera del radar….y así es como le gusta estar. 
Por supuesto, eso no la está ayudando a que el chico del que está enamorada se fije en ella. Hannah está segura de que el sensible y maravilloso Josh es su alma gemela. Pero entre intentar que él se dé cuenta de que existe, preguntarse por qué no puede dejar de pensar en ese otro chico, Finn, y lidiar con sus padres, Hannah siente que se está volviendo loca. Está decidida a hacer que las cosas vayan como ella quiere… sólo que lo que ella quiere puede que no sea lo que necesita.



Esta historia me ha gustado mucho. Vale, no es una novelaza de las que pasarán a la historia, ni será un bestseller, pero es entretenida y te puede hacer pasar una buena tarde. Sí, entra en mi categoría mental de adolescentes-a-los-que-les-pasan-cosas, pero si soy sincera ADORO esa categoría. Las historias me inspiran, suelen tener toques divertidos y, además, lo que ya he dicho: entretienen. Son novelas para pasar el rato que además pueden conquistarte, ¿no es genial?

Hannah es una adolescente que tiene bastantes movidas detrás. Su padre, Jackson, tiene una mansión llena de jovencitas que se pasean en bikini y se abrazan a él en su programa de televisión; su madre fue una de ellas, salió con él y se fue cuando se quedó embarazada. Además, ese anuncio en el que ella aparecía en cueros (solo tapada por una caja de pizza) no es que hiciera que la cosa mejorara, precisamente. Hannah habla de ello sin avergonzarse excesivamente, quiere a su madre y la acepta, aunque está claro que no le gusta que todo el mundo la relacione inmediatamente con ella.

Jackson tenía unos cincuenta por ese entonces, así que ya era viejo y además asqueroso, sobre todo porque mamá tenía sólo diecinueve..., pero ella jura que él lucía y actuaba como si fuera más joven. Hay toda una sección en su autobiografía donde habla de lo guapo y activo que era; una vez la intenté leer, pero sentí como si los ojos me sangraran por dentro.


Quiere a su madre, sí, pero odia a su padre. No le ve desde que con doce años la usó para su súper show en la televisión, y siente un rechazo casi innato. Echa de menos a su padrastro y odia cómo se pone su madre cada vez que él aparece en la conversación (la cual está más rota por dentro de lo que sus faldas cortas, su webcam y su ombligo al aire dejan ver), pero no puede hacer nada contra él.

De todas formas, no todo en la vida de Hannah gira alrededor de sus padres. Como todas las adolescentes, está enamorada... y cómo no, ese amor platónico (su alma gemela, como dice ella) apenas se da cuenta de que existe, y eso que trabajan juntos en ese sitio de comida rápida. Josh es guapo, perfecto, profundo... Oh, Dios, esta muchacha está DEMASIADO centrada en Josh, estoy segura de que hay alguien limpiando sus babas según va tras él. Él es muy adorable, sí, pero... Oh, por favor, ¿de verdad es para tanto, Hannah?
Supongo que así nos ponemos todas con los flechazos, pero... no te pases, en serio, maja.

El caso es que también está ese chico, Finn. También trabaja con ella en el sitio de comida rápida, y es majo... pero pesado. Se hace el gracioso,  y suele interrumpir los momentos que tiene con Josh, y es simpático, y bromea, y... ¿por qué no puede dejar de pensar en él? ¿Qué le pasa, por qué ahora Finn ocupa también parte de sus pensamientos? Finn no es Josh, él simplemente es un chico normal...

Me encuentro a Finn recostado sobre el sofá, leyendo un libro muy gordo con una de esas portadas que dicen “¡Soy un clásico!” (ya sabes cuáles, todas tienen fondos oscuros con una fotografía de una anciana o flores o algo... Nunca nada bueno).

—¿Estás leyendo? —pregunto. No es que piense que Finn no sea capaz de leer ni nada, solo es… bueno, no es exactamente lo que esperaba ver. Me imaginaba que Finn pasaba su tiempo libre haciendo lo que sea que hacen los chicos que no son Josh cuando no están en la escuela. Eructando, o algo.

—Intenta no parecer tan sorprendida —dice Finn—. Leo. Puedo contar hasta diez. A veces incluso puedo escribir mi propio nombre.

—Te he visto escribiendo, así que no estoy tan segura sobre lo último.

Las cosas avanzan. El mundo se mueve, Hannah va abriendo los ojos poco a poco. A lo largo de la historia, Hannah se dará cuenta de qué cosas son importantes de verdad, cuáles son reales y no parte de su imaginación o de un gran show... Se dará cuenta de quién está ahí cuando las cosas van mal, y se dará cuenta de qué es lo que de verdad necesita.

Sí, es bastante predecible y tampoco es para tanto, pero, por última vez: es una historia entretenida si quieres pasar un buen rato. El personaje de Hannah me resultó simpático y, oh Dios, Finn, eres genial. En serio.



¡Espero que os guste!

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