¡Hola! Bueno, estaba casi segura de que os había hablado de mi nueva historia, en un blog nuevo... ¡pero al parecer no! :O
La historia se llama "Ellen y TJ". ¿De qué va? Todo el mundo que me pregunta se debe quedar con una cara un poco de "ah, pues vale" cuando intento explicárselo, porque... no sé, no es que digas "es una historia sobre el destino del mundo en un futuro catastrófico", ni "la vida de fulanita cambió cuando tatatá, y ahora ella sola debe noséqué". No. Esta historia simplemente... bueno, habla de Ellen y de TJ. Es su historia, única.
Quería que le dieseis una oportunidad, porque aunque supongo que esto está muy mal, me encanta esta historia casi más que ninguna otra, le tengo un cariño increíble y es de mis favoritas.
Aquí os dejo el link al blog (aunque tenéis arriba, donde las pestañas de las distintas páginas, un link directo a él) y el primer capítulo. Espero que os guste.
http://ellenytj.blogspot.com.es/
UNO
Mi mejor amigo. Redacción de Ellen McKenzie.
Introducción
Se llama TJ; mi mejor amigo, digo. Como la profesora (la única que
debe leer esto) ya sabe su verdadero nombre, lo omitiré. Si lo pusiera por
escrito me mataría. Y no queremos que me mate.
Nos conocemos desde que somos pequeños; casualmente (esto es súper
romántico) nos mudamos a la vez a casas juntas. Bueno, el llegó un mes antes,
pero por suerte para él aparecimos mis padres, mi hermana y yo, y le salvé la
vida. Teníamos nueve y ocho años (él es de enero y yo de diciembre, así que
pasamos poco tiempo teniendo la misma edad). Congeniamos enseguida gracias a mi
gran y potente personalidad, que atrae a todas las miradas.
Nos hemos peleados muchas veces, pero es tan bueno y está tan cuerdo
que siempre nos acabamos perdonando. O bueno, él me perdona a mí.
a) Por qué es tu mejor amigo/a.
Primero, por lo de la mudanza. Fue la primera persona que conocí en
este lugar infernal desconocido. Luego, en el cole, empezamos a jugar
juntos. Los otros niños no nos hacían mucho caso a ninguno (y eso que yo era
terriblemente adorable). Luego descubrí que con él se puede hablar de veras y
que está muy bien escucharle. Me gusta el sonido de la voz de TJ. Ahora que le
ha cambiado, más. Es relajante.
Segundo, porque por mi décimo cumpleaños me dejó entrar
indefinidamente en su casa del árbol. Ahora seguimos yendo allí, aunque está
claro que de pie, lo que se dice estar, pues no, no estamos.
b)
Qué cualidades y qué defectos tiene tu mejor amigo/a. Di tres.
La primera cualidad es obvia: está muy bueno. Esto de crecer le ha
sentado fantásticamente. Y me encanta su pelo rubio brillante. Y tiene unos
ojazos marrones que te mueres. Es como el príncipe azul pero sin el
egocentrismo.
La segunda cualidad, aunque puede ser un defecto cuando me pone de los
nervios, es que es muy, muy paciente. Y bueno. Demasiado bueno, diría yo.
La tercera cualidad es que no es, para nada, superficial. Es lo más
contrario a superficial que existe. Eso lo valoro muchísimo.
El segundo defecto de TJ es que me pega en las manos cada vez que me
muerdo las uñas. Una vez me cambió el pintauñas por pegamento y no pude
quitarme el sabor de la boca en un año entero. Todavía estoy enfadada por
aquello.
Y el tercer defecto de TJ es la horda de orcas de Mordor (chicas) que
le siguen y le miran en todas partes por su increíble atractivo (lo que
confirma que: a), no estoy loca por la primera cualidad que he escrito, que no
solo soy yo la que piensa eso de él; y b), que ellas se dejar cegar por su
rubiedad).
c) Tiempo estimado de duración de esa amistad.
Siempre.
Firmado: ELLEN McKenzie
PD: debería mencionar ligeramente a Emma aquí, por si pregunta. Ella
también es maja y eso. Ah, y un poco a Greg, que no quiero que se enfade.
Le
entregué el trabajo a la profe ayer. Nada más llegar sé que está leído y
corregido: clava sus ojos en mí.
―¡McKenzie! A ti te quería yo ver. ¿Es
que no eres capaz de escribir una redacción seria?
Soy
la única persona en el mundo mundial a la que esta mujer llama por el apellido.
Lo juro. El resto son Matt, Lisie, Nick... y yo McKenzie. Ush. Absurdas y lejanas raíces escocesas que no me
abandonarán jamás.
De
todas maneras, con la estupidez que ha mandado de ejercicio no sé qué quiere
que escriba. Se supone que tenernos dieciséis años, no cinco.
TJ
me mira desde la otra punta de la sala. La cruel mujer nos separó para que me
concentrara más (cosa que no ha sido posible). Él enarca una ceja y yo me
encojo de hombros despreocupadamente. Sé que me entiende.
―No sé de qué te ríes, TJ. Tú eres
el protagonista –sigue esa mala mujer.
―Lo imaginaba –murmura entre risas
Míster Ombligo-del-Mundo.
―¿Qué? –me hago la tonta y paso de
él a la vez―. Pero si está muy bien escrita. Y soy súper sincera. Y no hay
ninguna palabrota.
Me
permito reírme porque sé que con ella puedo; entiende mi pequeña y lenta
venganza por el temita de mi apellido, el cual me tiene hasta el flequillo. Es
como un reto silencioso y secreto: yo me comporto alegremente, tal y como soy,
y para ella, si quiere, puedo ser McFruty.
La
mujer pone los ojos en blanco como si tuviera treinta años en vez de
trescientos.
―Ya. Pero la seriedad es algo que
valoro mucho en esta clase y tú no te lo... ―blah, blah, blah... Eso es lo que
escucho salir de su boca. Su pequeña y fina y arrugada boca.
***
MI MEJOR
AMIGA. POR TJ HUDSON.
Introducción
Mi mejor
amiga se llama Ellen. La conocí cuando me mudé aquí, ella lo hizo poco después.
Puede que al principio me acercase a ella porque estaba solo, pero enseguida
me... cautivó. Tiene un algo especial que te hace cogerle cariño enseguida. A
lo mejor es que parece que viene de otro planeta el 70% del tiempo, no sé.
Es muy
cabezota y algo quejica, pero, como he dicho, le cogí cariño: no puedo evitar
pasarle las rabietas por alto, aunque esto suene condescendiente.
a)
Por qué es tu mejor amigo/a.
Por su
personalidad. Y por sus ojos. Pero sobre todo por su personalidad.
b)
Qué cualidades y qué defectos tiene tu mejor amigo/a. Di tres.
Cualidades
:
―Sus ya citados ojos: son preciosos. No hay más que añadir. Bueno, sí,
quizá su pelo, el que, por cierto, cambia de color. Sé de qué hablo.
―Se pone roja cuando se ríe, cuando se enfada, cuando le da algo
vergüenza, cuando le das un corte y hasta cuando llora. No es el típico “rojo
adorable” de los libros y las películas, mejillas y ya; no: toda la cara, color
más bien fucsia-congestionado. Pero a mí me encanta. No sé, es raro. Como ella.
―Eso, que sea rara, como ella se autodenomina, aunque a veces le
suponga un defecto; pero yo prefiero decir especial, suena mejor y es más
verdad. No es como nadie que conozca, ni siquiera como Emma, la que por cierto
también es mi amiga. Ellen es algo infantil, graciosa, loca e imaginativa. Si
es mi mejor amiga y estoy escribiendo aquí esto es por alguna razón.
―Ah, otra cualidad-defecto: se inventa palabras. A veces bien, porque
consigue términos para describir cosas que no existen, pero a veces mal porque
puede hacer que te sangren los oídos. ¿Un ejemplo? Me llama “rubioso”.
Defectos
(como ya he puesto dos medios arriba, ahora solo pongo dos):
―Se muerde las uñas.
―Es ligeramente posesiva con cosas de lo más raras. Por ejemplo: las
canciones. ¡Una canción no es de nadie! No puedes coger y “pedirte” una
canción. Me pone de los nervios.
c)
Tiempo estimado de duración de esa amistad.
Estoy
prácticamente del todo seguro que siempre.
***
TJ no deja de mirar a Ellen desde el final de la
clase. La chica aún intenta convencer a la profesora de que todo lo que ha
puesto en la redacción ha salido directamente del fondo de su gran corazón.
Sonríe, divertido. Se muerde la lengua para no gritarle nada acerca de su
modestia y mira a Greg, su amigo y compañero de mesa.
―¿Sobre
quién has escrito la carta? –le pregunta el chico de las gafas negras, a
conjunto de su flequillo despeinado. Se las ajusta con un dedo
despreocupadamente y TJ sonríe, porque es un gesto demasiado típico en él.
―Sobre
Ellen –se encoge de hombros, aún con esa sonrisa.
―Ya.
Lo sabía. Al fin y al cabo, ¿quién puede competir contra ocho años de relación?
El chico rubio sonríe.
―Venga,
no te me pongas celosón –le da un ligero codazo, riéndose―. La
próxima la escribiré de ti y de lo muchísimo que te aprecio. Tenemos una bonita
historia, ¿no crees? Muy romántica, y todo eso...
―Cállate,
imbécil. Oye, ¿y qué defectos has puesto de ella?
―Las
uñas.
―Qué
pesado eres, deja sus uñas en paz. ¿Solo has puesto eso? Si eran tres cosas.
―También
sobre su obsesión con sus cosas. Ya
sabes, no es normal. ¿Y tú, a quién has puesto?
Greg saca su hoja y se la
pasa sin mirarle.
―Para
no quedar como un estúpido por ponerte a ti, hablé ayer con Emma e hicimos
trampa juntos.
―Que
bonito.
―Ha
sido algo difícil, porque ya sabes lo simpática que no es Emma, pero... Bueno. He conseguido decir tres cosas buenas de
ella y que, además, sean verdad. Pero claro, nadie me valora eso...
―¡McKenzie,
que no! ¡No te quitaré ese seis por mucho amor que hayas puesto al escribirlo!
―¿Y
si se lo demuestro? Para que se cerciore de que es real –Ellen se levanta y
mira a TJ de reojo, sonriendo como una tonta.
―Como
se te ocurra cruzar la clase y demostrarme
ese amor que le tienes a TJ, te juro
que te echo.
Ellen se deja caer de nuevo en la mesa y TJ suelta
una carcajada.
―Por
cierto, no sé la de veces que te he dicho que ni hace falta que firmes, ni que en
las redacciones no se pone posdata, McKenzie. Es solo una redacción.
―Ya se lo
he dicho, para mí ha sido una forma de exprimir mis sentimientos, sacados desde
lo más profundo de mi alma, y...
La profesora la fulmina con la mirada, Ellen se
recuesta sobre la mesa refunfuñando y la pobre mujer se pone a comentar más
redacciones.
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